Nos encantó todo! El anfitrión fue muy amable y atento con toda la familia. El yate era pequeño pero perfecto, con una cocina completa y dos camarotes. Además, el hecho de que el agua fuera potable y que nos dejaran una botella de vino y cápsulas de Nespresso fue un detalle muy agradable. La ubicación también era ideal, cerca de zonas de ocio y a pocos minutos a pie del Puente Colgante y el casco viejo. Además, poder utilizar el WC y la ducha en el barco fue muy práctico. En resumen, fue una experiencia perfecta para un fin de semana en familia o en pareja.

La única desventaja que encontramos fue que faltaban mosquiteras en las ventanas o escotillas del yate. Esto ocasionó que tuviéramos problemas con los mosquitos y que no pudiéramos dejar las puertas y ventanas abiertas para refrescar el interior.

Hubo varios aspectos negativos que afectaron mi experiencia. En primer lugar, faltaban mosquiteras en las ventanas o escotillas, lo que dificultó mi descanso debido a la presencia de mosquitos.

Nuestra experiencia en este yate fue excelente. Queríamos disfrutar de un paseo de lujo por el mar y superó nuestras expectativas. El yate era precioso y estaba muy bien cuidado. Además, tenía todas las instalaciones necesarias para que no tuviéramos que preocuparnos por nada. La cama era grande y cómoda, lo cual nos permitió descansar plácidamente. El personal, liderado por Pablo, fue muy amable y nos brindó un servicio profesional. Nos sentimos muy cuidados durante nuestra estancia.

No tengo nada negativo que decir.

El yate tenía todas las comodidades necesarias para pasar una estancia agradable y divertida. El desayuno con vistas a los barcos y la salida del sol fue lo mejor. Pablo, el patrón del yate, nos trató muy bien y estuvo pendiente de nuestras necesidades en todo momento.

Nos sentimos sumamente acogidos y no tuvimos ningún inconveniente durante nuestra estancia.

la estancia en el yate fue genial, superando nuestras expectativas. Pablo, el anfitrión, fue amable y atento, y nos proporcionó todo lo necesario para disfrutar de nuestra visita. Además, la ubicación del yate cerca de restaurantes y playas fue perfecta. Lo recomendamos totalmente.

faltaba aire acondicionado.

La experiencia en este yate de lujo fue simplemente maravillosa. El barco estaba impecablemente limpio y en perfectas condiciones. El camarote de proa era espacioso y muy cómodo, con una ventana en el techo desde la cual se podía admirar las estrellas. Las zonas comunes, como el salón y la cubierta, también eran acogedoras y bonitas. Además, el personal a bordo, encabezado por el patrón Pablo, fue extremadamente amable y servicial. Siempre estuvieron dispuestos a hacer nuestra navegación y estadía lo más agradable posible. Sin duda, este fue el lugar perfecto para pasar un fin de semana en pareja o en familia.

La experiencia de alojarse en un yate por primera vez fue muy bonita y fácil de adaptarse. El puerto es tranquilo y no hay problemas de mareo. Por la noche, el yate ofrece vistas preciosas y se duerme fenomenal en la cómoda cama con vistas al cielo. Además, cuenta con calefacción, y el baño está bien equipado. El anfitrión, Pablo, es muy majo y atento, tuvo varios detalles con nosotros durante nuestra estancia.

Me sentí bien atendido, no tengo ninguna queja en absoluto.

La experiencia de dormir en un yate estuvo genial. Estancia tranquila y habitaciones amplias. El chico muy simpático y atento. Comodidad de estar en familia en un yate con todas las comodidades. Excursión por la ría y vistas impresionantes. Pablo muy amable y ofrece muchas alternativas.

Me sentí mejor que en casa, no tengo ninguna pega.

Terraza al sol: Pude disfrutar al máximo de la amplia terraza al sol, donde pasé agradables momentos relajándome y disfrutando de las impresionantes vistas al mar. Fue como tener mi propio rincón paradisíaco en el que descansar y desconectar del bullicio de la ciudad.

Lástima no haber tenido lluvia: Me habría encantado experimentar el relajante sonido de la lluvia sobre la embarcación.

El barco está en perfectas condiciones, el camarote de proa es amplio y cómodo con una ventana en el techo para ver las estrellas. Las zonas comunes son bonitas y acogedoras. El patrón es amable y servicial, brindando una navegación agradable. La ubicación del hotel es excelente, con precios accesibles.

Ha sido genial! Decidimos pasar un fin de semana distinto y nos alojamos en un yate por primera vez. Como ya tenía experiencia en autocaravanas, fue muy fácil adaptarnos. El puerto era tranquilo, así que no hubo problemas de mareo. Por la noche era precioso y dormimos fenomenal en la cómoda cama con vistas al cielo. tenía calefacción y el baño estaba bien. Pablo, el anfitrión, fue muy amable y atento, tuvo varios detalles con nosotros a pesar de que solo estuvimos una noche. Sin duda volveremos para hacer una excursión y devolverle el detallazo que tuvo con nosotros. ¡Un lujo de anfitrión!

Recomendaría el lugar sin duda alguna.

el yate genial, nuevo y con todo lo necesario. Puerto tranquilo y buena comunicación con los anfitriones. Experiencia bonita y cómoda, con cama con vistas al cielo. Pablo fue muy atento y majo, tuvo detalles con nosotros. Volveremos para navegar otro día.

mosquitos en el yate.

Ha sido una experiencia increíble. El yate de lujo en Getxo es muy bonito y está muy bien cuidado. Tiene todas las comodidades necesarias para no preocuparse por nada. La cama es super grande y muy cómoda. Pablo, el patrón del yate, ha sido súper amable y nos ha cuidado muy bien, haciendo nuestra estancia mucho mejor. Sin duda, repetiremos.

Nos encantó el lujo de estar en un yate con todas las comodidades y a un buen precio. Además, la ubicación era excelente, cerca de varios restaurantes y la playa. El anfitrión, Pablo, fue muy amable y atento, nos ofreció muchas alternativas y tuvo varios detalles con nosotros. Dormir en el yate fue una experiencia maravillosa, la cama era cómoda y las vistas al cielo eran preciosas. valoramos mucho la limpieza del yate, así como la amabilidad del personal del hotel.

Me gustó todo.

Lo mejor de nuestra estancia fue la ubicación del alojamiento. Estaba cerca de muchos restaurantes y la playa, lo cual nos brindó muchas opciones para salir a cenar y disfrutar del mar. Además, el anfitrión fue muy amable y simpático, siempre atento a nuestras necesidades. Nos encantó también poder dormir con el sonido del agua, fue realmente relajante.

Lo peor fue que las camas eran muy duras y el espacio era bastante limitado. Aunque supongo que es algo común en yates y autocaravanas, para un fin de semana fue un poco incómodo.